En esta vivienda se produjo el nacimiento de La Hurlingham Reggae Band, uno de los proyectos paralelos de Sumo, el cual heredó varias de sus composiciones –como “El reggae de paz y amor”, “Kaya”, “No acabes” y “No tan distintos”– que después grabó en sus discos de estudio. Su primer tema lo armaron en la pequeña cocina de la casa, se llamaba “Yo no quiero ir” y era sobre Malvinas. Pese a que el grupo existió durante un muy breve periodo y no posee ningún registro oficial, su aporte fue decisivo para lo que luego sería el desarrollo del género reggae en nuestro país. Posteriormente, a mediados de 1984, Tito Fargo abandonó el conjunto para incorporarse a Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota y grabar sus dos primeros y fundacionales álbumes: Gulp! de 1985 y Oktubre de 1986.
Yo venía escuchando un poco de reggae por discos que nos traían los que viajaban, pero pudimos entender de qué se trataba cuando llegó Luca, mucho más cuando empezamos a tocar juntos y, de alguna manera, nos pusimos a trabajar metidos dentro de la música. Superman fue el primero en encontrar la idea y en desarrollarla. Sentía esa música. Fue el primer baterista de reggae que hubo acá (…) Con La Hurlingham Reggae Band hicimos un montón de shows… tocábamos casi todos los fines de semana. Una vez fuimos a tocar a una fiesta privada, en San Isidro, en una casa, no sé cómo salió ese show. Llevamos las cosas en algunos coches que teníamos y armamos todo al lado de una pileta. La fiesta era de reggae, pero recontra concheta, de gente de mucha guita. Me acuerdo de Luca tirándose a la pileta cuando terminamos el concierto. Creo que esa banda le generaba una especie de oasis, o que le daba una calma que la otra no. Más que nada por la sumatoria de personalidades (…) Skay Beilinson y la Negra Poli venían a ver shows tanto de Sumo como de la banda de reggae. En un momento tenían que rearmar la historia musical de Los Redonditos, porque ellos no tocaban mucho, apenas una o dos veces al año, con una formación medianamente estable. Un día tocamos en Zero Bar y vinieron a vernos. Ahí, Skay me planteó ensayar y tocar juntos. Los Redondos estaban en una nueva etapa, querían dejar de ser tan aleatorios en la propuesta y encarar una cosa más musical. Fui a ensayar a la casa de ellos. A partir de ir toqué con los dos, con La Hurlingham Reggae Band y con Los Redondos. He tenido shows en el mismo día con una banda y con otra, tenía que ir corriendo para estar con los dos. En esa época, Los Redondos lo invitaron a Luca a cantar en La Plata con ellos. Ahí pasó lo de “Mejor no hablar de ciertas cosas”. El tema era un blues de Solari, creo que Luca tomó esa letra y no sé cómo la adaptó. Empezó a cantar arriba de una base, como esas cosas que van mutando, y se la quedó. La canción está sostenida por el bajo de Diego. Básicamente es eso.
Testimonio de Tito Fargo para la biografía Luca Prodan. Libertad divino tesoro de Oscar Jalil (2015).
Recopilación de ensayos del período 1982-1983 de La Hurlingham Reggae Band.
Gulp!
Oktubre