Donde ahora funciona un jardín de infantes, durante los 80, Gabriel Dahbar ocupó uno de los locales que su padre había edificado con el fin de alquilarlos. Acá, cuando todavía ni siquiera estaba terminada la obra, comenzó a ensayar Agnus Dei, después La Legión Extranjera -que tocó en Cemento y compartió fechas con Los Brujos y Don Cornelio y la Zona- y, finalmente, Cayacanaya, la banda que Dahbar lidera hace más de 35 años. Actualmente, el músico es invitado permanente de Las Pelotas, el grupo del que es amigo y colaborador desde sus orígenes.
Con mucho esfuerzo, mis padres me regalaron una guitarra eléctrica Cuk en el 76, y estoy seguro de que fue una de las primeras en todo Hurlingham. En ese entonces era más peligroso tener eso que un arma. Ni hablar si tenías el pelo largo. Debuté en el 79 tocando con Agnus Dei y arrancamos a ensayar en uno de los tres locales que estaba edificando mi viejo donde, arriba, después se construyó mi casa. Entrábamos por una puertita muy pequeña y la cortina de chapa hacía como de amplificador. Por el volúmen, se empezaron a juntar algunos chicos del barrio, que se sentaban en la vereda a escuchar. Así que un día decidimos hacerlos pasar, armábamos tres hileras de cuatro sillas y presenciaban el ensayo mientras mi viejo seguía revocando las paredes. Era a principios de los 80 y te aseguro que en William Morris prácticamente no había nada, fuimos una de las primeras bandas sin duda. Pero duramos apenas tres años. En el 82 formamos otro grupo llamado La Legión Extranjera, que sonó bastante y con el que pudimos tocar tres veces en Cemento. Y ensayamos en Morris por lo menos hasta el 90, cuando ya comenzó a existir Cayacanaya. Desde entonces sigo tocando. Nunca paré.
Testimonio de Gabriel Dahbar.