Virna Lisi

Abrió sus puertas en octubre de 2000 con una fuerte inversión en materia edilicia y una potente e inusitada programación que incluyó a algunos de los nombres más representativos del rock en esa época. Así, bandas como Los Cafres, Bersuit, La Mississippi, Kapanga, Almafuerte, La 25, Los Gardelitos, La Vela Puerca y Las Pelotas desfilaron por este reducto en el que cabían unas cuatrocientas personas y que era visitado por gente de todas las localidades. En la parte de adelante, Virna Lisi contaba con un pequeño espacio de bar, y en la zona posterior se encontraba la sala de conciertos. Para pasar de un sector al otro había que atravesar por una enorme puerta de dos hojas que tenía la cara de Luca Prodan aerografiada. El local no pudo soportar la asfixiante crisis económica de ese entonces y tuvo que bajar sus persianas el 29 de diciembre de 2001, una semana después del estallido social. Sin embargo, durante sus 14 meses de existencia, sin duda se trató de uno de los lugares más concurridos del conurbano y donde se realizaron recitales históricos que, hasta el día de hoy, continúan siendo recordados.

Virna Lisi nace por una mezcla de necesidad y casualidad. Yo trabajaba en la fábrica Goodyear, pero en el año 99 cierra y me quedo en la calle, así que tenía que salir a trabajar de lo que sea. Justo en ese momento, Richi reabre Los Bolos como restorán y en un determinado momento, para que mejoren los ingresos, comienzan a tocar a bandas, ahí empecé a colaborar en la barra, pasar música, hacer un poco de todo. Explotaba de gente que iba a ver bandas de acá. Y se ponía buenísimo. Ahí surge la idea de buscar otro espacio. Yo tenía la plata que había cobrado de la indemnización y más un préstamo que me hizo mi viejo en calidad de socio aportante, alquilamos ese lugar y lo reacondicionamos. El nombre se nos ocurrió escuchando a Sumo y yo me imaginé la puerta con la cara de Luca gigante. Somos de Hurlingham, y si no nos podíamos apropiar nosotros de eso que nos identifica, ¿quién si no? La gente se volvía loca con eso. En ese momento las bandas de cierta convocatoria tenían el problema de que solo había lugares o muy grandes o muy chicos, y Virna Lisi tenía una capacidad perfecta. Eso nos daba cierta facilidad para convocar a las bandas. Lo sorpresivo fue que, a las semanas de abrir, fueron las propias bandas las que empezaron a llamar para venir a tocar. Como hacíamos shows grandes, la gente creía que yo me estaba forrando de guita, pero el país se estaba derrumbando y el local generalmente daba pérdida, unas veces empatábamos y otras ganábamos algo. Los costos eran muy altos y teníamos que trabajar un montón. Pero pasaron cosas increíbles y me quedaron muy buenos recuerdos, como cuando los muchachos de El Reloj me pidieron festejar su cumpleaños y cayeron todos los músicos de Vox Dei y Almafuerte. Creo que algunos factores que lo hicieron distinto a Virni Lisi fueron que principalmente era un lindo lugar, y nosotros estábamos acostumbrados a ir a ver recitales en lugares horribles, con baños espantosos. Además, como a mí me gustaba mucho la música y yo tenía mis exigencias, me preocupé porque Virna Lisi sonara bien. El escenario era muy particular, la disposición del sonidista increíble y había una acústica muy copada. Fue lindo poder darle a la gente de acá la posibilidad de ver grupos tan importantes a cuadras de su casa.

Testimonio de Daniel Fusztey, propietario de Virna Lisi.